sábado, octubre 31, 2009

L aniversario de Asterix y Obelix

Astérix y Obélix nacieron en la revista Pilote el 29 de octubre de 1959. Han cumplido 50 años. Desde el primer día se ganaron la simpatía de los lectores. Sus nombres eran ya todo un hallazgo. Sus aventuras, como nuevos David y Goliat contra las tropas romanas de Julio César, encontrarían un éxito imprevisto. Sus creadores, René Goscinny (texto) y Albert Uderzo (gráficos) pronto se dedicaron en exclusiva a dar vida a los nuevos héroes anti-imperio-romano.

El primer álbum, 'Astérix el galo', vería la luz dos años más tarde. en 1961. Después siguieron 32 libros, ocho vídeos de animación, tres películas, además de un parque de atracciones en Plailly (afueras de París). Han sido traducidas a más de 100 lenguas y dialectos y se han vendido más de 350 millones de ejemplares en el mundo. España, con más 2 millones de copias solo en los últimos ocho años, es el tercer mercado europeo.

Albert Uderzo acaba de publicar "El aniversario de Astérix y Obélix. El libro de oro", álbum con el que conmemora el aniversario y que se ha puesto a la venta en una operación comercial de excelentes resultados sin duda. Sólo en España se espera vender más de 300.000 ejemplares de este álbum, número 34 de la colección editado por Salvat.

No todo son alabanzas para Albert Uderzo. Parece que nuestros héroes se han convertido en una auténtica mina de oro, que todavía puede ser explotada, en opinión de algunos.

jueves, octubre 29, 2009

"El museo secreto" o la mirada serena del arte.


La exposición del Thyssen - "Las lágrimas de Eros"- ha reabierto el debate sobre "lo erótico en el arte". ¿Aceptamos lo erótico como natural o solo es aceptable si es redimido por el arte? ¿Queda lo erótico reducido a vulgar pornografía si no es dignificado por la intención artística? ¿Es "la mirada del que ve" o es "la intención del que muestra" lo que convierte en arte lo natural? (Andrés Barba, "El País" 28/10/2009)

La mirada adolescente que confunde lo erótico con lo pornográfico está incapacitada para el arte. La mirada adulta, serena, distingue entre pornografía y erotismo y deja una espacio amplio para el arte. Por tanto más que en la mirada la diferencia entre erotismo y pornografía está en la interiorización de esa mirada, en la vivencia subjetiva de la mirada. No existe por tanto objeto sino "sujeto pornográfico". La propia existencia del museo secreto de Nápoles es demostración de que el poder permite que el mismo objeto pueda verse por unos sujetos, pero no por otros. Lo difícil es estrablecer a qué sujetos les está permitido y a quiénes les está prohibido. ¿Y quién decide sobre esa "concesión a la mirada"?

Pero la negación de arte a lo erótico reside más en "la intención del que muestra" que en la "mirada del que observa". La "intención del que muestra" elimina el arte de lo erótico y lo convierte en vulgar y en pornográfico y esa misma "intención del que muestra" concede belleza a lo erótico y lo convierte en arte. O tal vez la belleza artística de lo erótico dependa de los dos elementos: "la intención del que muestra" y "la mirada del que observa".

Por eso es inconcebible la existencia de un "museo secreto" sin la intención malsana del poder que condiciona la mirada, la regula y la limita; intención malsana que a la vez provoca una mirada turbia del que observa. Sin duda, la mirada adulta es la más serena y natural y la más próxima a la mirada clásica, carente de intención malsana y llena de belleza artística.



viernes, octubre 23, 2009

"Yo he leído en Virgilio..." o la tradición clásica en el Quijote.


Apareció ya hace unos meses en la editorial "Academia del Hispanismo" (Vigo 2009) un libro de Antonio Barnés Vázquez titulado "Yo he leído en Virgilio. La tradición clásica en el "Quijote".

Se trata de la publicación de la tesis doctoral defendida por el autor en la Universidad de Granada en 2008. En ella se intenta " investigar cómo configura al personaje (del Quijote) su conocimiento de obras diversas de las caballerescas" y en concreto "¿qué huella dejaron en su mente la lecturas de obras griegas y romanas? ¿Apuntaló su locura? ¿La contrarrestó con un fondo de cordura?" Ese es el objetivo primario de la tesis, pero su autor nos recuerda que no solo Don Quijote conoce la cultura clásica; también el narrador y otros personajes "conocen el mundo grecorromano: sus autores, sus personajes históricos y literarios, sus tópicos y sus sentencias."
En el estudio se recogen todas las referencias (1274) al mundo clásico existentes en esta obra de Miguel de Cervantes; aparecen 62 autores clásicos distintos, 37 latinos y 25 griegos. En el Quijote hay 94 referencias a Virgilio, 58 a Ovidio, 47 a Homero, 46 a Aristóteles, 45 a Horacio, 32 a Platón, 31 a Cicerón, 30 a Plinio el viejo, 19 a Séneca y 12 a Plutarco.
Es un estudio muy interesante que nos presenta a Cervantes como un gran conocedor del mundo clásico.