La Iglesia se adapta a los tiempos

El constante devenir de la fe
La Iglesia católica ha adaptado en cada momento histórico sus normas y preceptos hasta llegar a la ortodoxia

B. LABRADOR - Madrid - 19/03/2008 12:55

Según la Biblia, todo empezó con un arca, una zarza ardiendo, un profeta subiendo al Sinaí y diez sencillos preceptos. Veinticinco siglos después, la cosa se ha complicado algo más. Hoy en día, el Código de Derecho Canónico contiene más de 2.000 normas jurídicas que regulan la Iglesia, su jerarquía, los sacramentos, los derechos y obligaciones de los fieles, y las sanciones previstas por contravenir las normas. Su última revisión data de 1983.
Este código lo normalizó el Papa Benedicto XV en 1917, en cumplimiento del Concilio Vaticano I. No hubo disensiones. Desde 1870, estaba dictaminado como dogma la infalibilidad del Papa. Es decir, que no podía cometer errores. Una forma sencilla de imposición.
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Ni siquiera los Diez Mandamientos -"dictados" por la divinidad y, por lo tanto, inmutables- han escapado a la evolución. Si Moisés levantara la cabeza, se llevaría algunas sorpresas. Como comprobar que los católicos han suprimido uno de ellos: "No harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo". Lo decidió Agustín de Hipona en el siglo IV, cuando numeró los mandamientos y eligió el Éxodo 20 como el pasaje bíblico que constituiría la ortodoxia.
Otros credos han elegido otros pasajes y los decálogos varían según la confesión. En los cinco primeros libros de la Biblia, llamados Torá por los judíos y Pentateuco por los cristianos, los primeros encuentran hasta 613 mandatos, la mayoría aún vigentes. Por su parte, la Iglesia católica ha incluido como pecados "dañar el medio ambiente, drogarse o ser excesivamente rico", algo impensable en códigos anteriores. Como lo es la supresión del limbo, de 2006. Eso sí, lo que nunca se ha modificado ha sido el mandamiento que establece que todos los fieles "deben ayudar a la Iglesia en sus necesidades". Una forma moderna de pedir el diezmo.


http://www.publico.es/culturas/061439/constante/devenir/fe