("Tríptico inspirado en la Orestiada de Esquilo 1981")
La actual exposición de Francis Bacon en el Museo del Prado es una rotunda afirmación de la presencia de lo trágico en su vida personal y en la sociedad contemporánea. Francis Bacon, hombre vital y atento observador, advirtió muy pronto la realidad trágica del hombre del siglo XX: “cualquiera que haya vivido las guerras europeas se ha visto afectado por ellas; afectaban a todo tu psiquismo en la medida de vivir continuamente una atmósfera de tensión y de amenaza”.
No necesitó inspirarse en la literatura, pero no obstante le impresionó "con penetrante hondura" la tragedia griega y sobre todo Esquilo.
Él mismo lo dice: “para mí la figuración es un intento de capturar la apariencia con el cúmulo de sensaciones que lo apariencial despierta en mí. En cuanto a mi último tríptico y unos cuantos lienzos más que he pintado después de releer a Esquilo, he tratado de crear imágenes de las sensaciones que algunos de los episodios creaban en mi interior. Yo no podía pintar a Agamenón, a Clitemnestra ni a Casandra, porque eso no habría sido más que pintura de historia. En consecuencia traté de crear una imagen del efecto que producía en mi interior. Posiblemente la figuración sea siempre subjetiva cuando se expresa con más penetrante hondura”.
Por eso mismo su pintura se presenta como una "descarnada y veraz aproximación al ser humano", a su interior más hondo. En ella aparece la "animalidad intrínseca del ser humano", la irracionalidad, la crueldad, la violencia, el crimen, es decir, la tragedia humana. Y en ese punto la referencia literaria a Esquilo es inevitable. Así la relectura de la Orestiada de Esquilo provoca hondas sensaciones que se transforman en imagen "siempre subjetiva", por tanto, humana y trágica.
En Francis Bacon la historia y la literatura ocurren inevitablemente en una "atmósfera de tensión y de amenaza". Agamenón y la guerra están trágicamente unidos: la violencia, el crimen y la sangre están presentes en todo momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario