Alejandro Amenábar, uno de los mejores directores españoles de cine, ha rodado su última película titulada Ágora que se estrenará en el próximo otoño; en ella narra la histora de Hipatia de Alejandría: víctima de la intolerancia y del fanatismo de una comunidad cristiana primitiva y, por tanto, ignorada a lo largo de la historia.
Juan José Millás en "El País semanal" escribió sobre la película:"Vista desde una mirada actual, Ágora constituye una reflexión -cuando no una denuncia- de los fundamentalismos de los que todavía, tantos siglos después, todavía somos víctimas." Y recogía unas declaraciones de Alejandro Amenabar: "La película relata ese momento en el que los cristianos dejan de ser perseguidos para convertirse en perseguidores. Curiosamente, el cine ha contado mucho la primera etapa, pero no esta otra."
Realmente el momento y el lugar en el que nos sitúa Amenabar con su nueva película es transcendental. Alejandría era la ciudad de Arrio (256 - 336) El arrianismo fue condenado como herejía por el Concilio de Nicea en el año 325. Y este Concilio supuso "el ocaso de la Civilización Clásica".
La Ilustración presentó a esta mujer como a una "mártir de la ciencia" y símbolo de la defensa del mundo clásico frente a la nueva cultura cristiana.
La pintura representa a "Hipatia", imaginada por el pintor prerrafaelista inglés Charles William Mitchell (1885) y está tomada de Wikipedia.
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