Hypatia de Alejandría está de moda. Hasta hace poco era para muchos una desconocida. A partir del día 9 de octubre con el estreno de la película de Amenabar Hypatia va a suponer para muchos un gran descubrimiento. Una mujer filósofa, una científica, una amante de la cultura clásica, una defensora de la libertad de pensar y de enseñar. Una intelectual.
Numerosos estudios, historias noveladas, comentarios y artículos periodísticos están surgiendo sobre esta mujer ya mítica en la historia de la cultura. De la gran desconocido ha pasado a ser en poco tiempo la gran admirada, antes incluso de conocerla, y por supuesto "la gran esperada."
Amenabar tiene asegurado el éxito de su "Ágora"; supo elegir una gran figura femenina de la historia cultural de occidente en un momento crucial y definitivo y en el lugar de encuentro y confrontación de la cultura helenística y el pensamiento cristiano.
5 comentarios:
Cuando le pusieron el nombre de Hypatia a uno de los edificios del CPS en Zaragoza, casi nadie la conocía. Ahora cada vez hay más universitarios que saben quién fue Hypatia ;)
Tengo ganas de ver la peli.
Bss!
Adrados difundió la idea de que los que quemaron la Biblioteca de Alejandría fueron los musulmanes: "Si dice lo mismo que el Corán ¿para qué? Y si dice lo contrario, es infiel".
Ahora sabemos que fueron cristianos fanáticos los que quemaron el saber de los clásicos. ¿Cuántos curas saben latín? Yo he conocido a alguno... El griego es ciencia ficción para un eclesiástico, a pesar de que el Nuevo testamento está en koiné.
Dices bien, Juan Carlos. Adrados "difundió" la idea. Es decir, no fue nada original; simplemente era una idea que encajaba en su visión de la historia y en su mentalidad tradicionalista y conservadora.
Idea, además, probablemente falsa.
Sin duda conoces esto: http://www.straightdope.com/columns/read/2233/what-happened-to-the-great-library-of-alexandria
Sin duda, a mi entender, Elena, la bibliofobia y el libricidio -de los que tú hablas- son producto sobre todo de los dogmas, de las verdades reveladas por los dioses. En esto los griegos fueron maestros: supieron librarse de la presión/opresión del dogma. Si la verdad es construcción humana, tal vez hagan falta muchas manos y mucho tiempo para levantar ese edificio. Los bibliófobos y libricidas no necesitan de las manos de los otros. Ellos, sus dioses, sus dogmas y nadie/nada más.
Se me olvidaba, Elena: http://www.bib.uc3m.es/~nogales/csagan.html
Interesante.
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