martes, noviembre 10, 2009

La agonía del mundo clásico

El historiador y novelista José Calvo Poyato acaba de publicar su último libro "El sueño de Hipatia" (Plaza & Janés Editores, 2009).

Al principio del libro confiesa: ..."Había decidido que la novela que quería escribir sobre Hipatia de Alejandría no fuese una novela histórica, sino un thriller donde hubiese una parte cuyo eje fuera la figura de la insigne matemática, en el marco de una Alejandría donde se disolvía ese mundo que conocemos como grecolatino —que en este caso concreto tenía un componente egipcio de suma importancia— y emergía el cristianismo como poder político."


El autor acaba de manifestar que "en la Alejandría del siglo IV el mundo clásico está en la agonía... Hay un retroceso, porque el cristianismo va a imponer una interpretación de la vida unidireccional frente a una riqueza de perspectivas. Hipatia representa ese mundo que agoniza. De hecho, muere a manos de fanáticos". ( Roberto Miranda lo entrevista en "El Periódico de Aragón".)


Según J. Calvo Poyato el mundo que cae con Hipatia tenía muchos rasgos actuales, acaso el más importante un sueño, el sueño de Hipatia: la tolerancia. En una entrevista concedida a Europa Press, el autor cordobés señaló que la novela significa "un alegato contra la intolerancia" en un mundo intolerante por muchas razones: "hay intolerancia contra la gente que forma parte de otra cultura, contra quien piensa de forma diferente o presenta actitudes diferentes ante la vida"; aseguró que "el mundo actual adolece de eso, siendo este alegato el mensaje que Hipatia hubiese dejado y que mantendría total vigencia".



No una novela sino un thriller histórico, que aparece en un momento oportuno, dada la gran actualidad de la figura histórica de Hipatia. Y un mensaje necesario hoy y mañana: la tolerancia, la convivencia entre culturas, lenguas, filosofías y religiones distintas. Un proyecto.

Pero... la tolerancia también tiene su razón.







1 comentario:

Juan Carlos Sesé dijo...

Se te ha olvidado decir que hay un salto hasta 1945 cuando se descubren varios evangelios apócrifos que resaltan la figura de María Magdalena. El asunto es espinoso todavía hoy.