domingo, noviembre 01, 2009

¿La muerte de Eros?

"Las lágrimas de Eros" siguen siendo motivo de comentario, incluso de polémica. Mario Vargas Llosa, que como cualquier humano no siempre está lúcido en sus análisis, hoy en "El País" hace algunas afirmaciones que son muy discutibles, en mi opinión.

Afirma, por ejemplo: "Es natural y obligatorio que la antigüedad pagana, con su amoralismo, haya sido una fecunda inspiradora de pintura y escultura eróticas..." De acuerdo. La antigüedad clásica -¿por qué "pagana"?- crea un arte erótico que sorprende a lo largo de toda la historia posterior. Pero...¿es el "amoralismo" el único motivo de esa "fecunda inspiración"? Además ¿qué entiende Vargas Llosa por "amoralismo"? ¿Identifica "amoralismo" con falta de moral sexual, con la falta de toda ética sexual, con "inmoralidad"? ¿O simplemente la cultura clásica tiene valoración ética del sexo y del cuerpo humano muy distinta de la religión cristiana?

Lo que hay que explicar históricamente es por qué con el cristianismo se seca la fuente de "inspiración de arte erótico"; por mucho que lo afirme Vargas Llosa, no es cierto que el cristianismo ha sido "no menos estimulante para la fantasía erótica" que el mundo clásico. Todo lo contrario. Y cuando -como afirma Vargas Llosa- "la religión sirvió de aguijón al vuelo creativo", ese vuelo no se detuvo precisamente en el motivo erótico. Generalmente, todo lo contrario debido a la censura eclesiástica.

Ahora bien, al parecer dichosa censura para Vargas Llosa, porque "la desaparición de frenos y censuras, la permisividad total en el campo amoroso, en lugar de enriquecer el amor físico y elevarlo a planos superiores de elegancia, exquisitez y creatividad, lo banaliza, vulgariza y, en cierto modo, lo regresa a aquellos remotos tiempos de los primeros ancestros, cuando consistía apenas en el desfogue de un instinto animal. Un testimonio de ello es la extraordinaria pobreza del arte erótico contemporáneo..."

Es decir, que según Vargas Llosa sin "frenos y censura" no hay arte erótico. O con más precisión, según Vargas Llosa la religión no solo sirve de "aguijón al vuelo creativo" sino que además la religión es un estímulo para que el artista se vea obligado a buscar una "coartada para sortear la censura eclesiástica". Y eso -la ausencia de "frenos y censura"- demostraría exactamente la "extraordinaria pobreza del arte erótico contemporáneo" o lo que llama "salto dialéctico del arte genuino al arte frívolo (o la simple tontería)".

Y Vargas Llosa se pone moralista. Da un salto y afirma que el "abaratamiento y degradación del erotismo en nuestros días" es consecuencia de la libertad, de la permisividad sexual y de la tolerancia que eliminan la prohibición y, por tanto, la transgresión y el pecado "que condimentó la práctica del erotismo en el pasado y que atizó tanto la invención literaria y artística".
¿Quiere decir Vargas Llosa que con la libertad sexual, con la tolerancia, sin el tabú, sin el pecado no es posible el erotismo, ni el arte erótico? ¿Cómo explicamos, pues, "que la antigüedad pagana, con su amoralismo, haya sido una fecunda inspiradora de pintura y escultura eróticas -también lo ha sido de literatura- y que temas como el nacimiento de Venus, las esfinges y las sirenas, Apolo y Jacinto, Andrómada encadenada y Endimión dormido -salas de la exposición- hayan incitado a grandes artistas y debamos a ello un buen número de obras maestras"?
Algo falla en el discurso de Vargas Llosa. Por eso su conclusión de que "el erotismo ya no existe" es falsa. Eros no ha muerto. Eros vive. Sin duda, como nos recuerda Ovidio, vive con más vigor en la juventud que en la vejez y, tal vez por eso, Vargas Llosa afirma que Eros ya no existe. ¡Que se lo pregunten a los jóvenes! ("La desaparición del erotismo". Mario Vargas Llosa)

(Fotos: (1) Marc Quinn. Esfinge (Venus) 2006 . De "Las lágrimas de Eros". (2) Cartel de la película "Eros" )

1 comentario:

José Mari dijo...

Totalmente de acuerdo.