Hoy, diciembre de 2009, la compra-venta de personas existe: no es una ficción. El comercio sexual, la prostitución, el turismo sexual o el tráfico de órganos son nuevas formas de servidumbre, de real esclavitud. La esclavitud es un hecho real. Todos los días desaparecen personas, sobre todo mujeres, jóvenes, niñas y niños. Y su fin es la explotación: prostitución, trabajo forzado, servidumbre, maltrato, torturas, hacinamiento o extracción de órganos. Y esto se hace a través de redes internacionales. Esto es crimen organizado, negocio criminal y violación indecente de los más elementales derechos humanos. Son parte de las vergüenzas de la humanidad y de nuestro tiempo. Lo más abyecto, lo más ominoso del ser humano. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirma que cada año alrededor de 2,5 millones de personas son víctimas de esta esclavitud. ES sabido que la trata de personas es la tercera actividad ilegal que más ingresos genera, sólo superada por el tráfico de armas y por el tráfico de drogas.
La miseria, la falta de educación y la ineficacia o insuficiencia policial hace posible la existencia de redes organizadas dedicadas a esta actividad criminal e inhumana. Frente a ellas hay que crear las redes de la denuncia, la persecución, la solidaridad y la educación. Algunas de estas redes también existen.
La miseria, la falta de educación y la ineficacia o insuficiencia policial hace posible la existencia de redes organizadas dedicadas a esta actividad criminal e inhumana. Frente a ellas hay que crear las redes de la denuncia, la persecución, la solidaridad y la educación. Algunas de estas redes también existen.
Por ejemplo. La exposición 'Journey' busca concienciar a la sociedad sobre este tipo de explotación. Es una exposición que está recorriendo el mundo. Ahora lo hace en Madrid hasta el 15 de diciembre en el paseo de Coches de El Retiro H visitado ya Londres, Viena o Nueva York. Es una iniciativa de la fundación Helen Bamber en la que trabaja activamente la actriz Emma Thompson, que este viernes ha inaugurado la muestra en Madrid.
Emma Thompson se niega a aceptar la expresión "el oficio más antiguo del mundo". La prostitución, dice, no es un "oficio". "Nadie tiene la vocación de acostarse con 40 tíos distintos las 24 horas del día. Si tuvieran oportunidades, no lo harían. Si yo necesitara dinero para mis hijos, también me prostituiría." No es un oficio, es una esclavitud en la que muchísimas personas están atrapadas y con poquísimas posibilidades de escapar.
Una prueba. Este mensaje colgado en un Blog. "HOLA ME LLAMO VERONICA A.G. ME GUSTARIA ME PUDIERAN AYUDAR SE LOS SUPLICO Y SE PUDIERAN COMUNICAR CONMIGO X FAVOR SE LOS PIDO TENGO UN PROBLEMA Y DE ESO DEPENDE LA VIDA DE MIS PADRES MI TEL ES --------------- SE TRATA DE UNA TRATA DE UNA MUJER MI HERMANA". (Sic)
¿Qué hacer frente a las nuevas formas de esclavitud?
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