Título:FedraAutor/es:Juan MayorgaDirige:José Carlos PlazaIntérpretes:Ana Belén, Alicia Hermida, Fran Perea, Chema Muñoz, Javier Ruiz de Alegría, Daniel Esparza Lugar:Teatro Bellas ArtesDirección:Marques de Casa Riera, 2Localidad:MadridC.Postal:28014Teléfono:91 532 44 37Fecha:Hasta el 28.10Precio:De 16 a 28 €Venta de entradas:http://www.telentrada.com/






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De Eurípides a Sarah Kane, pasando por Séneca y Racine, muchos dramaturgos han tratado de reconstruir el mito por excelencia del amor prohibido e incestuoso. Ahora es el turno del autor madrileño Juan Mayorga que afronta el delicioso reto de dar voz a la tragedia. Fedra, a la espera de su marido, el heroico Teseo -el mismo que acabó con el Minotauro-, se enamora locamente de su hijastro Hipólito y, obviando toda convención y razonamiento moral, trata de ser correspondida en su amor incontrolable. La Fedra que compone Mayorga está inmersa en una tristeza infinita y en un dilema ético sin solución. La pureza y sinceridad del texto, con el acierto de no recurrir a la innecesaria actualización del tiempo mítico, hacen de esta Fedra única en su especie, eliminando cualquier rastro de malicia en sus actos e idealizando a una mujer luminosa, tierna y pasional. Nos encontramos ante un montaje clásico donde los actores y la palabra lo son todo. Con una precisa escenografía, apenas un bloque de piedra roja a modo de corazón fracturado, los intérpretes deambulan libremente a través de un texto íntimo y cercano, hecho a medida para el lucimiento de Ana Belén, que destaca sin lugar a dudas por encima del resto del elenco. Fran Perea, en el papel de Hipólito, se entrega en la defensa de la apasionante escena que comparte con su madrastra -la mejor escena de toda la obra- del mismo modo que su personaje se entrega en la salvaguarda de la honra de su padre. El trío amoroso lo completa Chema Muñoz que, en cambio, no está a la altura del Teseo que todos esperábamos, haciendo quizás una lectura más convencional y estereotipada del modo de acercarse a una tragedia griega, engolando la voz y ejercitando inverosímiles aspavientos. A pesar de esto, la excelente Fedra que configura José Carlos Plaza, con una solvente y sencilla puesta en escena, está dedicada a la pasión y al amor terrenal. Puro teatro que nos muestra a una mujer enamorada –la soberbia Ana Belén- ante la que ningún espectador, ni siquiera su hijastro finalmente, puede resistirse.





http://www.elpais.com/articulo/arte/Fedra/luminosa/elpepuculbab/20080426elpbabart_15/Tes/

TRIBUNA: José Carlos Plaza
Una Fedra luminosa





http://www.culturaclasica.com/?q=node/1679

Mayorga y Plaza convierten a Ana Belén en una Fedra "luminosa y terrenal".






http://www.elmundo.es/metropoli/2007/09/07/teatro/1189116037.html

Un mito y su amor prohibidoAna Belén regresa al teatro clásico para dar vida a la pasional y desgarradora Fedra en un montaje con pretensiones firmado por Juan Mayorga y José Carlos Plaza
FEDRA.- Días: Desde el 7 de septiembre de 2007. Lugar: Teatro Bellas Artes (Marqués de Casa Riera, 2). Intérpretes: Ana Belén, Alicia Hermida, Chema Muñoz, Fran Perea.
RAFAEL ESTEBAN
Procedente del Festival de Mérida, el Teatro Bellas Artes acoge el estreno en la capital de 'Fedra'. Este montaje de altos vuelos cuenta con la adaptación de Juan Mayorga, la dirección de José Carlos Plaza y la interpretación de Ana Belén, Alicia Hermida, Chema León y Fran Perea, entre otros actores. Para dar su versión de la célebre historia, Mayorga ha recorrido parte de la escena europea.
El dramaturgo ha entrado en las plazas de Eurípides, autor de 'Hipólito', y en las de Séneca y Racine, creadores ambos de sendas 'Fedra', en busca de la fuente de la que beber para componer su arranque.
Y después ha seguido un camino propio, totalmente libre, que marcha con sus leyes particulares. La primera ha sido la de devolver a la escena la leyenda de una mujer que, frente a todo y todos, todo lo arriesga por su pasión hacia Hipólito.
"Nadie ha amado como Fedra", deja claro Mayorga respecto al motivo que ha llevado a tantas personas de diferentes épocas a enamorarse del mito. El autor piensa que ésa es la principal razón visible, pero que luego está la capacidad de hacer preguntarse a los que se acercan a ella, incluidos los espectadores, sobre su capacidad de amar y si pondrían en riesgo lo que tienen por vivir una auténtica pasión.
La segunda ley es la de respetar los prestigiosos antecedentes de la obra y situarla en "un tiempo mítico que siempre es el actual". De esa forma, adquieren pleno sentido las pasiones extremas que mueven a los personajes, porque el hechizo del amor y sus consecuencias afectan de lleno a aquéllos que rodean a 'Fedra,' aunque actualizar la historia no signifique vulgarizarla ni presentarla con una estética inadecuada a la belleza del relato.
Juego de contrastes
José Carlos Plaza ha querido que la obra sea realmente "una tragedia de nuestro tiempo". Por ello, ha optado por un montaje en el que prime la esencia frente a lo anecdótico, donde la pasión desenfrenada y peligrosa destaque sobre los amantes.
Para resaltar esta idea de intensos encuentros y enfrentamientos, en la que cada detalle adquiere gran importancia, Plaza ha planteado un juego de contrastes entre el espacio y los personajes que se sitúan en un escenario casi limpio para que nada obstaculice las palabras pronunciadas por un reparto encabezado por Ana Belén.
La actriz vuelve a subirse a un escenario dirigida por Plaza para interpretar a la Fedra que se enamora de su hijastro. Éste, encarnado por Fran Perea, se revuelve entre la atracción y el rechazo por la mujer de su padre, el rey Teseo (Chema Muñoz), que responderá con dureza a la pasión de su esposa cuando conozca sus deseos.