Los griegos siempre me han parecido modernos por su interés por el hombre y su desinterés por los dioses. Los griegos siempre me han parecido modernos por la crítica del mito y su búsqueda de la verdad. Los griegos siempre me han parecido modernos por su negativa a aceptar una verdad revelada y su tesón en la construcción de un paradigma científico. Los griegos siempre me han parecido modernos por su discusión pública y abierta de la teoría científica y por su oposición a aceptar una clase sacerdotal, portadora del saber y guardián de la verdad revelada. Los griegos siempre me han parecido modernos por su interés por lo humano, más que por lo divino; su interés por los hombres más que por los dioses; su interés por la polis más que por el olimpo. Los griegos siempre me han parecido modernos por su búsqueda de la verdad, pero no menos por su búsqueda de la belleza y por su análisis de la condición humana. Los griegos siempre me han parecido modernos por su interés por el arte, por la literatura, por la vida política, por la ciencia, por la filosofía. Este espíritu griego de modernidad también lo supieron apreciar algunos romanos, pero poco a poco se fue apagando hasta ser totalmente sofocado.
Hoy todavía existe una cierta admiración por lo grecolatino más moderno, que por supuesto hay que cultivar y potenciar. El festival de teatro clásico de Mérida es una demostración de ello que se renueva todos los veranos. Libros todavía recientes como "El mundo clásico" de Robin Lane Fox nos ayudan a conservar viva esta admiración.
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