Daniel Pennac en «Mal de escuela» (Mondadori. Barcelona, 2008) vuelve a sus días de escolar problemático y trata de humanizar un fenómeno demasiado frecuente y demasiado desconocido, a pesar del exceso de estadísticas y de informes oficiales, la "crisis de la escuela" desde el punto de vista del alumno. «Se trata de un libro que nos habla del dolor de no entender nada de nada, de no poder responder a las preguntas de los profesores y de sentirte completamente imbécil», dice Pennac de su obra con la que consiguió el prestigioso premio Renaudot de 2007. «Mal de escuela», afirma, no es «una explicación sociológica sobre el fracaso escolar», sino un repaso a un malestar que es «permanente en la historia».
En el año de 1992 ediciones Gallimard dio a conocer en París un polémico ensayo suyo titulado "Comme un roman". "Como una novela" lo escribió para iniciar en la lectura a sus alumnos más rebeldes, como profesor de lengua y literatura interesado por fomentar la lectura; propone estudiar la literatura a través de lectura de la propia literatura: dedica el último capítulo del libro a los 10 derechos imprescriptibles del lector que están recogidos incluso en posters.
En 1995 se le preguntó sobre sus motivos para seguir en la enseñanza después de tantos años en la profesión. Respondió: "La escuela es simplemente la realidad. Cuando entras en la escuela entras en lo real. No tengo ningún mérito; hace veinticinco años que me gusta esto; no aborrezco a mis colegas y las cuestiones administrativas no me encorsetan..." La escuela para él es parte de la realidad y ésta le interesa como ciudadano comprometido con su tiempo y como escritor al que sirve de inspiración.
1 comentario:
Este año le doy repaso a un niño de 6to de Primaria, le ayudo con Inglés y Lengua.
No diré nada de sus notas ni sus fallos, pero sí diré que, todo lo que tengo yo de libros en mi cuarto, lo tiene él de videojuegos -de Play, de DS, de Gameboy, de Xbox- y de cds de música pop en sus estanterías.
Ah, sí, vi un libro encima de su mesa y me dijo con disgusto que era el que le obligaban a leer este trimestre.
Pennac tiene razón cuando dice que, antes que estudiantes, ya somos clientes.
Un beso.
Publicar un comentario